Y aunque no haya una Dieta Club cercano
aquí estoy a punto de
manducarme una
parrillada en la zona de barracas.
Esto me viene a cuento a los tan queridos y temidos gordos de la
CGT. Esta
calificación, que
nació allá por los años
noventa,
sirvió para definir de alguna manera la conducta alimenticia de un sector de la
dirigencia sindical, mientras sus representados adelgazaban de manera notable.
Hoy la lucha por el numero
mágico de
inflación esconde otra
cuestión si se quiere mas grave: la pelea por el mantenimiento del ingreso por parte de los sectores del trabajo. Es esta
cuestión y no otra la que los gordos usaran
política y
sindicalmente para poder mantener su poder acumulado a lo largo de estos años. Es por este motivo que la
cuestión sindical es uno de los principales temas a ser tratados en la
agende del gobierno de Cristina. La
inclusión de varios sindicalistas en las listas, como
Sluga de los municipales de la Matanza, mas la presencia de otros como
Recalde, reconocido abogado
laboralista de la
CGT, vaticinan una presencia importante de los muchachos a la hora de la
discusión.
También es importante que la
próxima presidenta no equivoque al ministro del
área ( lamentamos que no haya
algún C
ormillot a mano que los adelgace )
quizás alguien con experiencia tanto
política como sindical sea una buena
opción-¿
Anibal Fernandez?-y obvio alguien que pueda ser reconocido por los gordos como un par frente al gobierno de alguien a quien pueden llegar a no reconocer como
conducción del estado.
Dichas estas dos cuestiones, queda algo mas a ser tenido en cuenta: la tan mentada renovacion sindical. Varios sindicalistas que hace 15 o 20 años se encuentran algo mayores afrontaran sus últimos años al frente de sus gremios. Solo por una cuestión vital sin nombrarlos varios de sus compañeros se preparan para la disputa por la sucesión. urge, entonces, reclamarle al movimiento k que no juegue libremente a dos o mas puntas. En el gremialismo no hay ley de lemas. Y Utilizar este recurso puede terminar siendo abrir cajas de pandora que nadie sabe donde pueden terminar. Mas cuando en la competencia y en este contexto económico todos pueden jugar la de máxima para no quedar atrás. Por eso la estrategia debe ser de descenso paulatino de peso. es eso lo que recomendaría cormillot y lo que el ministerio de trabajo debería organizar como si fuera el mejor de los Dieta Club.