Pasado y presente de los gorilas en la argentina.

Me encontraba días atrás con Pancho, algo así como el decano de los primates que habitan en el zoo de la ciudad de Buenos Aires, discutiendo el pasado y el presente de los gorilas en la Argentina.

Es que del futuro no hablamos sencillamente porque no encontrábamos las ideas que les permitan seguir teniendo vigencia. O al menos eso pensaba yo.

Lo que pasa es que en el pasado los gorilas estaban claramente definidos. El odio era su principal herramienta política. De ahí lo encarnizados que eran con todo aquellos que huela a popular. Los había a diestra y a siniestra como dirían los tanos. A veces eran ambidiestros y cuando no corrían de acuerdo a como soplara el viento. Es que los primates son buenos imitadores. " No creas ", me dijo Pancho mientras se rascaba la nariz. " Para imitar hay que ser bueno "... Tiene razón el amigo, es que mientras el pensamiento gorila abrevaba de lo extranjero, de lo europeo, copiaba cuanta cosa podía y denostaba todo aquellos que tuviera origen nacional. Era lo autóctono lo criticado, la copia lo alabado.

Eso era ayer, obviamente hubo arquetipos gorilas, algunos como Alsogaray o como Rojas fueron los que señalaron el camino. Sin embargo hoy parece que se trata de otra cosa.

Si porque hoy, en la era de la internet, es muy difícil imitar. ¿ Que puede copiar un buen gorila ? Justo ahora que se cayó el muro no hay nada mas que capitalismo. Por eso los gorilas de la siniestra se hicieron un tratamiento capilar tratando de ser "progres" y los de la diestra que toda su vida se la pasaron golpeando los cuarteles se maquillaron para poder ser "republicanos" y amantes de las instituciones. Pero mas allá de los arreglos de pelo y del maquillaje son gorilas. Y sino para muestra basta un botón: la gorila que habla con Dios quiso juntarse con el gorila que se pinta republicano. No los junta el amor sino el odio.

Es que estos primates de la política solo saben de eso. Así nacieron y así son. Porque aunque se vistan de se seda, gorilas quedan.

Nota: el titulo no es casual. En la Argentina de hoy no hay futuro para los gorilas. La gente sabe lo que elige...